domingo, 30 de septiembre de 2012



TESTIMONIOS FINALES

Así nos encontramos con diferentes versiones  de lo sucedido, y solo coinciden en la declaración final pergeñada por los 11 traidores que quedaron, una aberración de síntesis de lo que aprendieron a la sombra de Jesús, nada. Como testimonio están sus propias palabras; en lugar de amor, sapos que salen por la boca.
Y, como siempre, ignoraron a aquel que hasta último momento veló para que se realizaran las Palabras del Cristo, del Unigénito, de su Hermano Mayor. Ël, Lázaro, nadie, es el hijo menor que se convierte en Padre de sus sobrinos y consolador de sus hermanas, es el Pastor que saca a su Pueblo de las tierras rojas de llanto hacia los verdes prados del Amor. Estos testimonios recogen tanto las palabras escuchadas a través del sopor del alcohol y la ignorancia así como inocentes relatos de personas que fueron testigos de lo sucedido. Los protagonistas partieron todos con Ël.



Al final, cuando los rumores del Cuerpo dejan a los 11 12 fuera de la escena principal, ya que no entienden, como siempre, lo que está sucediendo, se juntan y complotan para dar una versión consensuada de lo sucedido. Mientras tanto, los que sí entienden, se van yendo del sangriento ruedo de mentiras.

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