Cordero de Pascua.
Ya estaban prestos a emprender el viaje, solo faltaba la señal. Y el Cordero muere anunciando el momento de la partida.
Ellos son los que escuchaban siempre, los que asimilaron todas las recomendaciones, los que entendieron todas las parábolas, los que conocían las escrituras.
Y en sábado lo sacaron, y cuidaron de su cuerpo, y cuando estuvieron listos partieron hacia el norte, pasando por Samaria y Galilea, rescatando fieles a su paso.
Y cuando abandonaron por fin los campos donde vivía la casa de Israel, se sacudieron el polvo de las sandalias y el del cuerpo entero, y maldijeron para siempre a esa tierra y a esas gentes, y la maldición ha durado ya más de 2.000 años.